TAAG, la aerolínea angoleña, dijo en un comunicado que, tras la turbulencia, las personas con heridas leves recibieron inicialmente los primeros auxilios a bordo por parte de la tripulación de cabina y posteriormente de los servicios de emergencia en tierra en el aeropuerto Humberto Delgado, en Lisboa.
Según la aerolínea, tras la observación y evaluación por parte del equipo médico, dos pasajeros y un miembro de la tripulación fueron trasladados al hospital para revisiones complementarias.
Los demás pasajeros "lograron desembarcar sin asistencia", añade TAAG.
"Siguiendo los procedimientos de seguridad habituales, TAAG priorizó la asistencia a los pasajeros y a la tripulación afectada, después el avión será inspeccionado por las autoridades competentes y también se está llevando a cabo una investigación sobre lo ocurrido", asegura la compañía.
TAAG añade que la "turbulencia severa" registrada en este vuelo se produjo a cielo abierto y es un tipo de turbulencia "no detectable por los instrumentos y en una localización geográfica significativamente cercana al destino final (Portugal)". El capitán tomó la decisión indicada en el protocolo de continuar viaje, dentro del plan de vuelo inicial".
Las situaciones de condiciones meteorológicas adversas "suceden en la aviación y en la historia de la compañía ya se han dado casos similares de turbulencias severas en el pasado, por lo que TAAG seguirá garantizando la seguridad operacional de los vuelos".
Las imágenes que circulan por las redes sociales muestran las consecuencias de las turbulencias que afectaron al vuelo DT 652 Luanda-Lisboa, con pasajeros que aparecen con moratones y sangre, especialmente en la cabeza, y restos de comida y material de a bordo esparcidos por el avión.