"Nuestros trabajadores en Faro están pasando grandes dificultades. Tenemos trabajadores que han tenido que vivir en coches durante algunos meses, ganando alrededor de 350, 400, 500 euros al mes. Casi todos nuestros trabajadores en Faro tienen que tener un segundo o tercer empleo", dijo Ana Dias, directora del SNPVAC, en la Comisión parlamentaria de Trabajo, Seguridad Social e Inclusión.
Según la directora del sindicato, estos trabajadores ejercen de taxistas por la noche y trabajan para la aerolínea durante el día.
Estas condiciones pueden, según Ana Dias, "comprometer también la seguridad de los vuelos, por supuesto".
"Son situaciones muy dramáticas en Faro y es más que una cuestión legal, es una cuestión social y tenemos que eliminar completamente este tipo de contratos", defendió.
El SNPVAC también ha pedido mejoras salariales.
"Nuestros salarios no están ajustados al coste de la vida en Portugal, ni a lo que se practica en el mercado de la aviación aquí en Portugal, y mucho menos cuando se comparan con nuestros colegas en el extranjero", dijo Ana Dias, señalando que un colega francés o alemán "gana un 90% más" que un trabajador portugués de easyJet en Portugal.
Menos que la media
El sindicato asegura que los trabajadores de easyJet en Portugal cobran alrededor de un 60% menos, de media, que el resto de trabajadores de la compañía en Europa.
Ana Dias señaló que el sindicato no quiere aumentos que igualen estos valores, sino que pide "un aumento que, al menos, siga el crecimiento de easyJet aquí en Portugal".
La responsable sindical señaló que la aerolínea es "líder en el mercado europeo" en algunas rutas, concretamente en las conexiones con el Reino Unido, Francia y Luxemburgo, y recordó que adquirió varios 'slots' que pertenecían a TAP y que fueron repartidos tras la reestructuración y ganancia de espacio en la Terminal 1 del aeropuerto de Lisboa.
"La compañía sigue sin asumir esta responsabilidad y tratando a los trabajadores portugueses como trabajadores de segunda", acusó el sindicalista.
El presidente del SNPVAC, Ricardo Peñarroias, constató que existe "un grado de insatisfacción tan grande que, en este momento, los tripulantes de cabina no quieren hablar más, quieren acción".