El stock de viviendas a la venta en Portugal cayó un 38,6% en el espacio de una década. En el segundo trimestre de este año, poco más de 58.000 propiedades estaban en el mercado, pero a finales de 2014 había cerca de 95.000. Desde entonces el stock de viviendas ha ido cayendo, con especial énfasis desde 2018 hasta junio, según datos de Confidencial Imobiliário basados en el Sistema de Información Residencial.
Las cifras muestran una tendencia en el país según Ricardo Guimarães, director de la consultora y recogido en Dinheiro Vivo, y "ponen de manifiesto una falta de oferta", lo que ha provocado "un aumento de la demanda en un contexto de bajos niveles de obra nueva".
Hay varios factores que explican esta demanda de vivienda. El Censo de 2021 mostró un aumento significativo de las familias monoparentales en Portugal. Ese año se registraron 579.971 hogares formados por madre o padre e hijos, un aumento del 20,7% respecto a 2011, lo que no es ajeno al incremento de divorcios y separaciones. El país también ha ganado notoriedad internacional tanto para vivir como para trabajar. Desde 2015, cada vez hay más movimiento de extranjeros viviendo en el país.
"En la última década, ha habido una degradación del estado de conservación del parque edificado, una desinversión del Estado en vivienda y una desaceleración de la inversión privada", explica Manuel Reis Campos, presidente de AICCOPN (la asociación que representa al sector de la construcción). En promedio anual se licenciaron cerca de 15 mil viviendas, número que se compara con las 68 mil registradas en la década anterior. Según el dirigente de la asociación, la actual falta de oferta de viviendas ya no es un problema coyuntural, "es más bien un problema estructural".