La fórmula que establece cómo se calcula cada año el incremento de los precios de los peajes está recogida en el decreto-ley nº 294/97 y establece que la variación a practicar cada año se basa en la tasa de inflación anual sin vivienda del continente del último mes del que se disponga de datos antes del 15 de noviembre.

Según los datos publicados por el INE, esa referencia de inflación se situó en el 1,94%.

El año pasado, la evolución interanual, sin vivienda, en el continente superó el 10%, una cifra que llevó al Gobierno a negociar con las concesionarias una solución que se tradujo en una subida del precio de los peajes en 2023 del 4,9%.

En aquel momento, el entonces ministro de Infraestructuras , Pedro Nuno Santos, afirmó que, además del aumento del 4,9% soportado por los usuarios de las autopistas, una parte (el 2,8%) era responsabilidad del Estado y el resto "hasta el 9,5% o el 10,5% "soportado" por las concesionarias".

La solución encontrada hace aproximadamente un año prevé, como compensación por el hecho de que la subida en 2023 se haya limitado al 4,9%, que las concesionarias puedan, en los cuatro años siguientes, aumentar el valor de actualización del peaje que se produzca en otro 0,1% de los respectivos contratos de concesión.