¿Qué es el Alzheimer?

"La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta principalmente a la memoria, el pensamiento y el comportamiento", explica el Dr. Ahmad Khundakar, profesor titular de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Teesside. "Es la causa más común de demencia, afecta a una de cada 14 personas mayores de 65 años y a una de cada seis mayores de 80".

La investigación de Khundakar se centra principalmente en los mecanismos moleculares y patológicos que subyacen a las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.

"Patológicamente, la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la acumulación de depósitos anormales de proteínas en el cerebro, conocidos como placas amiloides y ovillos tau, que conducen a la muerte de las células cerebrales", añade Khundakar. "A medida que estas proteínas se extienden por distintas regiones cerebrales, deterioran su funcionamiento, manifestándose en los síntomas cognitivos y conductuales característicos de la demencia".

Un error común es creer que el Alzheimer y la demencia son lo mismo.

"En realidad, demencia es un término genérico que engloba una serie de afecciones que afectan a la función cognitiva", aclara Khundakar. "La enfermedad de Alzheimer es sólo una de estas afecciones".

¿Cuáles son los síntomas?

"Los primeros síntomas suelen consistir en un deterioro cognitivo leve, como dificultad para recordar conversaciones o acontecimientos recientes", dice Khundakar.

Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, los afectados empiezan a tener dificultades para realizar las tareas cotidianas.

"Tareas como gestionar las finanzas, cocinar o cuidar de uno mismo se vuelven cada vez más difíciles", explica Khundakar. "La enfermedad también afecta a las relaciones personales, ya que los individuos pueden experimentar depresión, agitación o cambios significativos de personalidad".

En las últimas fases, síntomas psicológicos como la confusión se acentúan, añade el conferenciante.

¿Quién corre más riesgo?

En general, se considera que la edad es el factor de riesgo más importante.

"La mayoría de los casos se dan en personas de 65 años o más, y el riesgo casi se duplica cada cinco años después de los 65", afirma Khundakar.

La genética y los antecedentes familiares también pueden desempeñar un papel importante.

"La genética puede influir, sobre todo si hay antecedentes familiares de Alzheimer o si la enfermedad se desarrolla a una edad temprana", explica Khundakar. "La salud cardiovascular es otro factor importante, ya que afecciones como la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto aumentan el riesgo".

¿Cómo se diagnostica?

La enfermedad de Alzheimer se diagnostica mediante una combinación de evaluaciones clínicas, historial médico y pruebas cognitivas.

"Las técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones, pueden revelar cambios cerebrales típicos de la enfermedad de Alzheimer, como el encogimiento de zonas específicas como el hipocampo, que es crucial para la memoria", señala el profesor.

Más recientemente, los análisis de sangre y de líquido cefalorraquídeo han demostrado ser prometedores para detectar precozmente la enfermedad mediante la identificación de biomarcadores asociados al Alzheimer, añade.

¿Qué tratamientos existen?

La mayoría de los tratamientos disponibles se centran en el control de los síntomas.

"Medicamentos como los inhibidores de la acetilcolinesterasa y la memantina pueden ayudar a aliviar los síntomas cognitivos", dice Khundakar. "Los avances recientes incluyen el desarrollo de fármacos modificadores de la enfermedad que se dirigen a la patología subyacente de la enfermedad de Alzheimer, concretamente a las placas amiloides y los ovillos de tau del cerebro".