Maria da Graça Carvalho visitó la sede de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA) y conoció el funcionamiento del Centro de Control de Inundaciones, que vigila la situación sobre el terreno a través de estaciones de medición, que por término medio son objeto de dos casos de vandalismo por semana, según la responsable de la APA, Bina Quadrado, que presentó el sistema.
El Sistema de Vigilancia y Alerta de los Recursos Hídricos (SVARH) permite conocer, por ejemplo, el caudal de los ríos y es a través de un seguimiento constante como se realizan los informes de situación y las alertas a la población.
Al final de la visita, el ministro admitió que nadie está preparado para las grandes catástrofes, pero defendió que es posible "reducir el impacto, predecir y alertar a tiempo".
"Eso es lo que hacemos aquí", dijo la ministra, que destacó la importancia de las estaciones de vigilancia repartidas por todo el país y pidió que no sean objeto de actos vandálicos. El sistema tiene un coste anual de 1,2 millones de euros.
La ministra puso el ejemplo de las últimas inundaciones en el Algarve, en las que la APA informó de los lugares que debían ser más problemáticos y ella misma llamó a los alcaldes de ayuntamientos como los de Olhão, Tavira o Albufeira, concluyendo que "se avisó a tiempo".
"Esto es lo que podemos hacer. Predecir, recoger datos y dar una alerta inmediatamente y eso es lo que hacemos en la medida de nuestras posibilidades", dijo Maria da Graça Carvalho, destacando la rapidez con la que se transmite la información, incluso a través de la red social Whatsapp.
El presidente de la APA, José Pimenta Machado, destacó también la "gran coordinación e intercambio de información en tiempo real entre la APA, el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA) y las autoridades de Protección Civil y Marítima, además del intercambio de información con España".
Respecto a lo que Portugal aprendió de Valencia, donde las inundaciones causaron al menos 222 muertos hace aproximadamente un mes, Maria da Graça Carvalho dijo que aún se está determinando lo que realmente ocurrió, pero afirmó que la regionalización "ha perjudicado un poco las relaciones" en el paso de información, algo que no ocurre en Portugal.
Luego hubo un retraso en alertar a la población, dijo la ministra, subrayando que las alertas deben ser inmediatas y recordando que en Portugal la población recibe muchas alertas, de sucesos que a veces no se materializan, pero que eso es preferible.
Maria da Graça Carvalho mencionó también otra situación en Valencia, relacionada con la planificación urbanística realizada hace muchos años, en una zona muy urbanizada, con "ríos amurallados". En Portugal, dijo la ministra, "hay mucho de esto", y añadió que se están estudiando estas situaciones.
El ministro puso el ejemplo del río Este, afluente del río Ave, cerca de Braga, que se está ampliando para que las crecidas no lleguen a las casas. Y cuando la APA dice que no se puede construir en un determinado lugar, "no es porque la APA sea una institución molesta", advirtió.
El ministro dijo también que el grupo de trabajo creado en verano sobre la gestión del agua presentará el 3 de diciembre el trabajo técnico, que dará lugar a una decisión política previa, y se espera que el primer ministro anuncie las conclusiones a finales de año o principios del siguiente.
En relación con la APA, que ha contratado recientemente a 149 empleados, con lo que el número de trabajadores asciende a 941, Maria da Graça Carvalho pidió más rapidez en el trabajo y mejores explicaciones cuando la agencia rechaza un proyecto.
Portugal necesita "muchas inversiones" y los promotores de las mismas deberían oír de la APA, además del "no", si es posible una alternativa, dijo la ministra. Y la APA, dijo también, debe estar "muy abierta" a la comunidad y, como todas las administraciones públicas, estar disponible para contestar al teléfono, responder a los correos electrónicos y programar reuniones.
La APA presentó recientemente un mapa de las 63 zonas más problemáticas del país en materia de inundaciones. Las inundaciones han sido el fenómeno natural que más muertes ha causado hasta la fecha, 800 personas, señaló el presidente de la institución.