Según los datos de la publicación del Instituto Nacional de Estadística (INE) "Estado de Salud de la Renta y Condiciones de Vida 2021" afirman que esta autoevaluación positiva del estado de salud fue realizada por el 50,2% de la población, 1,1 puntos porcentuales (pp) menos que en el año anterior (51,3%).
"Este descenso se compensó en su totalidad con el aumento de la proporción de población que valoró su estado de salud como razonable, pasando del 35,5% en 2020 al 36,6% en 2021", subrayan.
A pesar de haber disminuido en ambos sexos, la valoración positiva del estado de salud sigue siendo más frecuente en los hombres (54,2% en 2021 y 55,7% en 2020) que en las mujeres (46,6% en 2021 y 47,4% en 2020), con una diferencia de casi 8 pp.
Según el INE, las personas con estudios secundarios o postsecundarios completos (66,2%) y con estudios superiores (74,1%) registraron las mayores proporciones de valoración positiva de su estado de salud el año pasado.
Los resultados del estudio del INE también indican que la prevalencia de enfermedades crónicas o problemas de salud prolongados afectó al 43,9% de la población residente en Portugal de 16 años o más, 0,7 pp más que en 2020 y 2,7 pp más. pp que en 2019, alcanzando el valor más alto desde 2016.
"En 2021, al igual que en los años anteriores, esta situación siguió afectando más a las mujeres (47%) que a los hombres (40,4%), y especialmente a las personas mayores (71,4%), en una proporción equivalente a 2,1 veces la de los menores de 65 años (34,1%)", señala el INE.
La prevalencia de enfermedades crónicas o problemas de salud de larga duración afecta al 80,1% de la población sin ningún nivel de estudios, una proporción muy superior a la de las personas con estudios básicos (53,3%) y que casi triplica la de las que tienen estudios secundarios o superiores (ambas con alrededor del 31%).
Esta situación afecta más a la población jubilada (71,1%) que a la ocupada (30,9%) o a la desempleada (40,6%).
En 2021, el 34,9% de la población de 16 o más años declaró tener alguna limitación para realizar actividades por problemas de salud y, de ella, el 9,6% declaró un grado de limitación severo, señala el INE, apuntando que es el valor más alto desde 2016.